martes, 26 de agosto de 2008

Mi lápiz

Amigo, fiel compañero eres tú.

Recuerdo esas tardes de dolor donde tú y cuaderno me consolaban, donde tú eras en lo único que podía confiar, sí, cuaderno sabia mi historia, pero contigo, plasmaba mis pensamientos, sentimiento y emociones, tú me ayudabas a sacar toda la pena y rabia, contigo podía compartir toda injusticia del día a día.

Tan especial, recuerdo esas doradas letras que adornaban mis sentimientos, y ese pequeño sombrero que a la gente le gusta llamar “tapa” que muy bien decoraba tu pequeña cabecita, y esa especial ergonométria, me quedabas como anillo al dedo o como lápiz a la mano (risas), o esos pequeñisimos brillitos en tu cuerpo, recuerdo las salidas al campo y cuando te ponias celoso de pasto tu decias que el me acarisiaba(suspiro), hermosos recuerdos.

¿Y ahora con que sacarme esta rabia y dolor?, ¿con quién puedo compartir?, ¿Quién más puede entender el dolor de tu partida? creías que eras fiel, hoy me di cuenta que no, estaba muy equivocada.

Pensé en contarle a verde, pero se cree tan… esperanzador, o a azul, no demasiado común, pero tu ¿porque te fuiste?

Si, un 26 de agosto del 2008, te he agregado a una lista, a la que tú me ayudaste a escribir, eres el número 32 que me jura amor eterno y se va, sin despedirse.

Hoy he decidido confiar en teclado.

Paula Rubilar

1 comentarios:

Loka sin Zapatos dijo...

Muy bien, Paula...

excelente trabajo!!!


cariños


Karina